La habilidad de permanecer plenamente funcional mediante la adaptación a las circunstancias cambiantes (entorno, procedimientos, personas).
La habilidad de procesar información detallada con efectividad y consistencia.
La habilidad de controlar el avance de los procesos, tareas o actividades de los empleados y de las responsabilidades y trabajos propios.
La habilidad de generar ideas y soluciones originales e innovadoras, de adoptar puntos de vista fuera de los parámetros comunes.
La habilidad de ajustarse a las reglas, procedimientos y políticas existentes. Buscar confirmación de la autoridad indicada cuando se está en duda.
La habilidad de cambiar el estilo de comportamiento y las opiniones propias con el fin de alcanzar un objetivo establecido.
Establecer estándares de alta calidad y esforzarse para mejorar de manera continua y garantizar la calidad.
La habilidad de determinar objetivos y prioridades y de evaluar las acciones, el tiempo y los recursos necesarios para alcanzar esos objetivos.